Principios básicos para una buena higiene del sueño
Principios básicos para una buena higiene del sueño
Siguiendo
unas determinadas pautas podemos favorecer un descanso de calidad a la hora de
irnos a dormir. La expresión “higiene del sueño” se refiere a una serie de recomendaciones
prácticas y hábitos que favorecen la conciliación y mantenimiento del sueño.
Horarios
A nuestro cerebro le
gustan las rutinas. Mantener horarios regulares a la hora de levantarnos y
acostarnos, de comidas o de otras actividades diarias, facilitará que asociemos
determinadas rutinas con unos horarios concretos.
Fuera pantallas
Cuando
nos dormimos, una hormona toma el control de nuestro cerebro: la melatonina. Esta
hormona es la encargada de mantener nuestro ritmo biológico. La melatonina está
bajo la influencia directa de la luminosidad exterior: a través de la retina
del ojo recibimos la señales de cambio de luz. Cuando la luz del día disminuye,
fabricamos melatonina en grandes cantidades, provocando así el reposo de
nuestro organismo.
Las
pantallas de tablets y móviles emiten una luz azul similar a la luz del día, enviando una señal equivocada al cerebro, retrasando la producción de melatonina, lo que puede provocar problemas a la hora de conciliar el sueño.
Cuida la dieta
Además
de mantener un horario regular de comidas, debemos evitar las cenas copiosas y pesadas.
Intenta cenar dos horas antes de acostarte, un picoteo ligero o una bebida
caliente antes de ir a dormir, te ayudará a conciliar el sueño y a no tener
hambre durante la noche.
Sustancias
a evitar:
- Cafeína y otros estimulantes (6 a 8 horas).
- Sustancias toxicas como la nicotina o el alcohol.
Actividad física
Mantener
una actividad física regularmente es beneficioso tanto para la salud en general
como para favorecer el descanso. Sin embargo, la actividad física antes de
acostarnos puede producir el efecto contrario.
Evita
el ejercicio físico unas dos o tres horas antes de irte a la cama, de lo
contrario, podrías sentirte muy activa, lo que te impediría conciliar el sueño.
Ambiente de sueño adecuado
Cuando
nos sentimos cómodas es mucho más fácil conciliar el sueño que cuando tenemos
hambre, frío, algún tipo de dolor físico o necesitamos ir al baño. Asegúrate de
que todas las necesidades inmediatas se hayan cubierto antes de ir a la cama.
El
ruido, la luminosidad, y la temperatura del dormitorio deben ser los adecuados.
Un dormitorio con una temperatura alta o mucha luminosidad no favorecerá el
descanso.
Utiliza el dormitorio solo para dormir. La excitación generada por actividades como trabajar, discutir o debatir los problemas del día a día, podría interferir con la conciliación del sueño. Estas actividades también hacen que se asocie tu cama con la vigilia y con el estado de alerta en vez de con la somnolencia y el inicio del sueño.
Desconexión
Tu
mente y tu cuerpo necesitan desconectar antes de ir a la cama.
Puedes descargar audio y guion de relajación y otros recursos relacionados con el sueño en los siguientes enlaces:
Sueño y relajación
Sueño y Relajación (PowerPoint)
Autorregistro sueño + Recomendaciones
Relajación progresiva de Jacobson (audio)
Guion relajación progresiva de Jacobson
Guion técnica de escaneo corporal
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