La resiliencia, tu mejor aliada en tiempos de incertidumbre
La resiliencia, tu mejor aliada en tiempos de incertidumbre
¿Qué es la resiliencia?
Si hay un término que ha cobrado protagonismo estos últimos meses en relación a la capacidad de afrontamiento y adaptación ante la pandemia, este es el de “resiliencia”. Pero, ¿qué es exactamente la resiliencia? O lo que es más importante, ¿se puede “entrenar” esta capacidad?
Pues bien, la resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones adversas y sobreponerse a ellas. Implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. Gracias a ella, no solo somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas, sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia no es una cualidad innata, sino que es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida. Así que aquí van unos consejos para trabajar nuestra resiliencia:
Mantén un estilo de vida saludable
Las situaciones difíciles, especialmente cuando llegan por sorpresa, generan unos niveles de estrés que, mantenidos en el tiempo, provocan un desgaste tanto físico como mental. En estas circunstancias es más fácil tener pensamientos negativos y confusos. Por lo tanto, para estar en forma y poder enfrentarnos a situaciones difíciles, debemos cuidarnos y mantener hábitos saludables.
No intentes controlar todas las situaciones
No cargues sobre tus hombros aquello que está fuera de tu control. Céntrate en aquellas cosas que sí puedes controlar, como tomar las precauciones recomendadas o mantener hábitos saludables.
Aprovecha para aprender algo nuevo
Al aprender una nueva habilidad se crean oportunidades de fracasar y volver a intentarlo, por lo que estaremos también desarrollando la resiliencia.
No vivas anclada/o en el pasado
Deja de quejarte por cómo determinadas circunstancias han cambiado tu vida, eso no va a solucionar nada. Debemos ser flexibles ante todos los cambios a los que nos enfrentamos y asumir las dificultades como una oportunidad para aprender.
Aprende a pedir ayuda
Sé consciente de tus potencialidades y limitaciones y no tengas reparo en buscar apoyo social o profesional. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino más bien todo lo contrario, es una fortaleza.
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